Nuestro organismo no solo precisa de hidratos de carbono, proteínas y grasas, sino también de vitaminas y minerales.
Estas sustancias se denominan “micronutrientes” porque, pese a absorberse en cantidades ínfimas, son indispensables para un buen funcionamiento del organismo. Sus deficiencias pueden provocar problemas de salud.
Las vitaminas
Existen dos motivos, por los cuales se eligió el término de “vitamina”: por un lado, se trata de una molécula necesaria para las funciones vitales y, por otro, contiene un grupo químico denominado “amínico”, que permite definirla como una “amina”. De ahí proviene el término vitamina, es decir, “amina de la vida”.
¿Sabías que las vitaminas son moléculas indispensables para el funcionamiento de los procesos vitales? El organismo las utiliza para crecer y desarrollarse.
Cada una posee funciones específicas, aunque también colaboran en muchas funciones del organismo: por ejemplo, la vitamina A es fundamental para la vista, mientras que la vitamina D contribuye a la salud de los huesos. El ácido fólico (o vitamina B9) es importante para el metabolismo de los aminoácidos y el desarrollo correcto de los fetos durante el embarazo. Las vitaminas del grupo B intervienen en el metabolismo energético, a saber, en las reacciones que liberan energía. En cuanto a los beneficios de la vitamina C encontramos la absorción del hierro, por ejemplo.
Además, el organismo no es capaz de producir estas vitaminas, por lo que deben aportarse a través de la dieta.
El poder de las vitaminas
En total, hay 13 vitaminas que se pueden dividir en dos grupos: las vitaminas liposolubles y las vitaminas hidrosolubles. Las primeras se disuelven en las grasas, por lo que pueden almacenarse en los tejidos adiposos.
Se trata de la vitamina A, la vitamina D, la vitamina E y la vitamina K. Por su parte, las vitaminas hidrosolubles se disuelven en agua. Se trata de la vitamina C y de las 8 vitaminas del grupo B (tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, biotina, vitamina B6, vitamina B12 y ácido fólico). Al ser hidrosolubles, el organismo las elimina rápidamente por la orina, por lo que deben incorporarse regularmente con la alimentación. Cabe mencionar que la B12 pese a ser hidrosoluble se almacena en el hígado durante un tiempo determinado, aun así, debemos asegurarnos de cumplir con la ingesta adecuada para evitar carencias.
Minerales
Los minerales se clasifican en dos categorías; macroelementos y microelementos u oligoelementos.
La diferencia reside en la cantidad necesaria que precisa ingresar en el organismo: en el caso de los macroelementos (calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, cloro y azufre), se trata de miligramos, mientras que, en el caso de los oligoelementos (hierro, manganeso, cobre, yodo, molibdeno, zinc, cromo, flúor y selenio), hablamos de microgramos. Al igual que las vitaminas, las sales minerales son fundamentales para la salud física y mental del organismo.
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